miércoles, 13 de julio de 2016

EL CORDERO INMOLADO

EL CORDERO INMOLADO
                    
El Fuego es el Agnus Dei, el Cordero Inmolado desde el principio del mundo para nuestro bien.
        
Si golpeamos una piedra con otra vemos saltar el fuego.

Éste se halla latente en todo lo que es, en todo lo que ha sido y en todo lo que será.

Es el CHRESTOS CÓSMICO, el “GRAN SACRIFICADO”.

Asi pues, debemos nosotros reflexionar profundamente...

Ahora bien, de nada nos serviría el “bautismo por los muertos”, si nosotros no resucitáramos.

Entonces estaríamos completamente perdidos; vanos serían nuestros esfuerzos, vanos nuestros trabajos.

Sin embargo para bien de la gran causa, nosotros podemos y debemos resucitar.

Es claro que lo “corruptible” no puede hacerse “incorruptible” (así está escrito), que lo “mortal” no puede hacerse “inmortal”; pero si lo “corruptible” se reviste de lo “incorruptible”, y si lo “mortal” se reviste de lo “inmortal”, entonces se verifica una metamorfosis dentro de nosotros mismos y podemos lograr la resurrección.

El pacto del bautismo, el “bautismo por los muertos”, tiene un propósito, que es la resurrección de los muertos.

Es claro que para poder lograr esa resurrección, se necesita –ante todo– cumplir con el pacto del bautismo.

Por eso es que tanto el padre como la madre de la criatura que se ha bautizado, contraen un deber para consigo mismos y para con la Gran Causa, cual es el enseñarle a la criatura la Senda del Filo de la Navaja, a fin de que más tarde pueda transmutar el agua pura de vida en el vino de luz del alquimista.
        
Desde el amanecer de la vida (en su forma humana) sobre la tierra, cometimos el error de haber caído en la “generación animal”.

En otros tiempos, el acto sexual era considerado como un sacramento y solo se realizaba dentro de los templos de misterios; en el Continente Mu, o Lemuria, hace unos 18 millones de años; nadie osaba, en aquélla edad, realizar la unión sexual fuera del templo; entonces no existía la pasión animal.

Pero cuando el sexo se fue convirtiendo en un vicio, cuando nació el deseo, cuando movidos por los impulsos luciféricos, los seres humanos empezaron a copular fuera de los templos, el resultado fue el nacimiento en nosotros de la “libido sexual”.

Esa libido infectó completamente los cinco cilindros de la máquina orgánica, y es claro que vinieron disfunciones en esos centros que antes no existían.

Cuando la libido infectó el centro intelectual, ubicado en el cerebro propiamente dicho, el resultado fue que nacieran diversas formas mentales morbosas (producto de la misma morbosidad), y que aún se robaran o quedaran, dijéramos, involucradas –en esas formas– algunas fracciones de conciencia; entonces se constituyeron tales formas en “yoes” de tipo mental, intelectual.

Cuando la libido tocó el centro emocional ubicado en el plexo solar, sistema nervioso gran simpático, corazón, etc., se alteró tal centro y la resultante fue el surgimiento de determinados “yoes” de tipo emocional, brutal, infrasexual, libidinoso.

Cuando la libido (esa “libido” de la cual nos hablara el Patriarca de nuestra Iglesia Gnóstica, San Agustín) tocara el centro motor, ubicado en la parte superior de la espina dorsal, la resultante fue que hubiera una disfunción inarmónica en tal centro, que originara, por secuencia o corolario inevitable, toda una serie de “yoes” subjetivos, personificando hábitos, dando origen a costumbres, a maneras de acción más o menos arrítmicas, en plena desarmonía o arritmia con el cosmos infinito.

Cuando la libido afectó el centro instintivo, ubicado en la parte inferior de la espina dorsal, la resultante fue que los instintos se pusieran todos al servicio de la misma, viniendo el envilecimiento completo de las criaturas humanas, y el resurgimiento, en su psiquis, de millares de “yoes” subconscientes, sumergidos, inhumanos.

El centro sexual por si mismo, tiene el mayor poder que puede liberar al hombre y también el peor poder que puede esclavizar al hombre.

El centro sexual es un centro de gravitación alrededor del cual gira la humanidad entera; todo lo que es, todo lo que ha sido, todo lo que será...

Si la fuerza sexual desviada, convertida en libido, originó todos esos “yoes” que en su conjunto constituyen el mí mismo, el si mismo; esa misma fuerza erótica, debidamente transmutada y sabiamente utilizada, puede desintegrar todos los elementos inhumanos, el ego que cargamos dentro, y liberar la esencia.

Asi pues hermanos, el bautismo es un pacto de magia sexual, simboliza la transubstanciación.

Necesitamos convertir el agua en vino, como lo hizo Jeshuá Ben Pandirá en las bodas de caná, o de chanaam.

EL “HIJO DEL HOMBRE”, ANTES VIVÍA EN NOSOTROS.

Recordad, hermanos, que el ave fénix ha sido testigo del curso de las edades.

Ella vio a las almas doradas de la Edad de Oro, transformarse en almas de plata, de cobre y de hierro, y sin embargo permanece la misma.

El ave fénix, coronada siempre con una corona de oro, con sus ojos que parecen estrellas, mirando el espacio infinito inalterable, con su vestidura toda de púrpura divina, y su pecho azul, y su larga cola verde, donde se reflejan las estrellas del inalterable infinito, y sus patas de oro, y sus uñas de color rojo, muere y vive.

Cuando ella quiere renovarse a si misma, hace una especie de túmulo, y en él pone el aloe, y la mirra, y el incienso, ramas de toda especie sagrada, y se incinera.

La naturaleza se llena toda de un indecible terror, más al fin un día resucita de entre sus propias cenizas, más fuerte, más poderosa que antes, para alegrar el infinito.

Sí, hermanos: esa ave fénix pare un pequeño “fenixito”, y si el ave fénix muere para resurgir de sus propias cenizas, su pequeño “fenixito” hace lo mismo...

Quiero que entendáis la alegoría: esa ave fénix es El Tercer Logos, nuestro logoi particular, individual; sacratísimo Espíritu Santo.

Es el Señor, es el Rey de la Alquimia, el Hiram Abiff de la Masonería oculta, que ahora está muerto, pero debe nacer en cada uno de nosotros, debe resucitar en cada uno de nosotros.

En cuanto al pequeño fenixito, es el HIJO DEL HOMBRE, el Tiphereth de la Kábala hebraica, que necesita venir al mundo para trabajar en la Gran Obra del Padre.

El Bautismo Gnóstico tiene por objeto preparar el advenimiento del Hijo del Hombre.

Si cumplimos con ese pacto de magia sexual, si encendemos el fuego sagrado, podrá un día venir en nosotros el Hijo del Hombre.

Él nacerá en el “ESTABLO DE BEL”, es decir, en nuestro Templo de Fuego interior (entre paréntesis, recordad hermanos que la aldea de Belén, en tiempos de Jesús de Nazareth, Jeshuá Ben Pandirá, aún no había sido fundada; “Belén” viene de la palabra “Bel”, que es “TORRE DEL FUEGO”).

Cada uno de nosotros necesita, mediante el fuego, convertirse en Templo del Altísimo, y eso es posible cumpliendo con el Sacramento del Bautismo.

Cuando el Hijo del Hombre viene, nace como todo niño: débil, inocente, puro.

En principio, ni siquiera su presencia se nota, pero a través del tiempo el niño va creciendo, se va desarrollando a medida que va sometiendo todas las cosas al Padre, a aquél que lo envió.

Él debe someter el Reino interior al Padre; él debe ELIMINAR, con la ayuda de su Divina Madre, a los “animales del establo”, que han ensuciado tanto el lugar santo.

Conforme trabaja en la Gran Obra, se desarrolla, desenvuelve y manifiesta.

Escrito está que después del Bautismo, inicia su misión.

Los Sacerdotes le rechazan; los Fariseos no lo quieren, porque es un revolucionario, ciento por ciento; los Escribas, o sea, los intelectuales de la época, se burlan de él, no lo aceptan; los Fariseos lo odian, todos quisieran matarle; nunca falta un Herodes que le busque.

Pero al fin, hermanos, él va creciendo.

Sin embargo, ha de vivir el Drama Cósmico, ha de convertirse en el personaje central del Drama; ha de orar en el Monte de los Olivos y decir: “Padre mío, pasa de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya”.

Ha de ser crucificado, ha de morir con muerte de cruz.

Cuando digo “muerte”, debéis entenderme; el Hijo del Hombre debe ser muerto, pues todos los “elementos inhumanos”, en él deben morir.

Recordad que la cruz está compuesta por dos “vástagos”: uno horizontal, que es masculino; otro vertical, que es femenino.

En la unión de ambos, se halla la clave de todo poder.

Encima de la cruz está el “INRI”: Ignis Natura Renovatur Integram (el Fuego renueva incesantemente la Naturaleza).

samael aun weor



LA ENERGÍA SEXUAL

LA ENERGÍA SEXUAL
ALQUIMIA SEXUAL
                  
“Bien, es conveniente que ustedes sepan que la energía sexual (de la cual se habla tanto en fisiología, psicología, en psicoanálisis, etc.). es el mismísimo mercurio de los alquimistas medievales.

Esa energía creadora, transmutada, es el mismo mercurio de los sabios."

(Lo anterior es textual de una conferencia dictada por el maestro Samael titulada "los tres factores de la revolución de la conciencia")

Posteriormente, en otra oportunidad, en la que el Maestro habló acerca del origen del universo y de la creación en general, amplió aún mas la tremenda relación entre las energías creadoras del Macrocosmos y de nuestro Microcosmos (cuerpo terrenal), diciendo:

"¿Qué es la nebulosa, qué es el arche macrocosmico?

Es una mezcla de sal, azufre y mercurio.

Y también aquí, en el microcosmos–hombre, está la sal, el azufre y el mercurio.

La sal está contenida en el esperma sagrado y se sublima con las transmutaciones.

De manera que en el arche del microcosmos, también hay sal, azufre y mercurio, y en el arche del macrocosmos hay también sal, azufre y mercurio."

 (Los entrecomillados anteriores son extractos de la conferencia "EL ARCHE", del Venerable Maestro Samael Aun Weor.)

Más detalles acerca de las naturalezas primarias de la Gran Obra (Sal, Azufre y Mercurio), los dio constantemente el Venerable revelador de Acuario, por ejemplo:

"Los principios de todos los metales son: la sal, el azufre y el mercurio.

La sal es la substancia de todas las cosas, el principio y fin de todo lo existente.

Recordemos la frase de Jesús, el Gran Kabir:

'Vosotros sois la sal de la tierra...' La sal obra sobre el azufre y el mercurio y éstos últimos la hacen volátil como ellos.

La sal, en compensación, los coagula y los fija.

La sal diluida en un licor adecuado, disuelve a su vez cosas sólidas y les da consistencia.

La sal disuelve nuestros metales, para elaborar con ellos el niño de oro de la alquimia sexual."

"El azufre, en su estado oculto y sutil, es el fuego; en su estado visible y sólido, es un principio gaseoso y aceitoso que une indisolublemente a la Sal y al mercurio.

El azufre secuencialmente, tiene parte de la solidez de la sal y parte de la volatilidad del mercurio."

"El mercurio es un licor espiritual, aéreo y raro.

El Mercurio es el águila voladora de la filosofía, el mercurio es nuestro caos, el mercurio es nuestro ens seminis.

Desde un punto de vista meramente físico, la sal se encuentra en la orina y en el sudor; el azufre abunda en las grasas y en las axilas; y el mercurio en la sangre, en la médula, en el humor acuoso, los huesos, los músculos, etc."

"Hay tres clases de mercurio:

Primero, el azogue en bruto, o sea, el exiohehai, el esperma sagrado.

Segundo, el alma metálica del esperma, que es el resultado de la transmutación de la libido.

Esa alma metálica del esperma asciende por los cordones ganglionares, espinales, hasta el cerebro.

Tercero, el mercurio más elevado, aquél que ha sido fecundado por el azufre.

En alquimia ya esta dicho, el azufre es el fuego sagrado.

En principio el mercurio es de color negro y está simbolizado con el cuervo negro.

Posteriormente, el mercurio se torna de color blanco y está alegorizado con la blanca paloma, el mercurio toma el color amarillo luego cuando ya está preparado para recibir el azufre, y se simboliza con el águila amarilla.

Más tarde, cuando ya el mercurio ha sido fecundado por el azufre, cuando se ha convertido en mercurio azufrado, está simbolizado por el faisán rojo.

Así de esta manera, se complementan los cuatro colores de la alquimia, simbolizados a su vez por los tres reyes magos y la púrpura de sus regias vestimentas."

Ante nuestras aseveraciones posiblemente el lector pueda pensar ¿por qué tanta relación entre el magisterio alquimista y el sexo?

Respondemos con unos extractos de la conferencia dictada por el Excelso y titulada "el magnus opus o la gran obra"; veamos:

Tenemos un laboratorio, que es nuestro propio cuerpo, y un hornillo en el laboratorio (el fuego del alquimista), y un crisol (que está en el sexo) y allí la materia prima de la Gran Obra.

Transmutarla es indispensable, convertirla en energía para poder luego con esa energía y con lo que ella contiene, crear los cuerpos existenciales superiores del Ser.

Eso es lo vital, lo indispensable.

Llegará un día en que habremos de pasar más allá del sexo.

Lo absurdo sería querer pasar más allá del sexo sin haber llegado a la meta.

Eso sería tanto como querer bajarnos del tren, antes de llegar a la estación, o como querer bajarnos del autobús o "camión" (donde vamos), antes de llegar a la meta que nos hemos trazado."

“En el sexo hay que crear y destruir.

Crear los vehículos solares es necesario para que el Dios Interior pueda resucitar en nosotros, y también eliminar los elementos inhumanos que llevamos dentro.

Hay que realizar la Gran Obra, más no basta con tener fe en la Gran Obra, hay que realizar la Gran Obra.

Y el resultado final de la Gran Obra ¿cuál será?

Que cada uno de nosotros se convierta en un gran Dios, con poder sobre los cielos, sobre la tierra y sobre los infiernos.

Ese es el final, el resultado de la Gran Obra; que cada uno de nos quede convertido en una majestad, en una criatura terriblemente Divina.

Más, hoy por hoy, debemos reconocer que ni siquiera somos humanos; únicamente somos humanoides (en forma más cruda diría que somos mamíferos intelectuales, y nada más); pero podemos salir de este estado en que nos encontramos, mediante la Gran Obra."

GLOSARIO

PUTREFACCIÓN: Las aguas del alquimista son negras, simbolizadas por el cuervo negro. En este primer escalón, el aspirante solo tiene mercurio bruto.

CONJUNCIÓN: Se realiza la unión del mercurio y el azufre (Fuego). Ahora hay que "cocer y recocer", hasta unir las naturalezas opuestas.

SEPARACIÓN: En este estado del trabajo alquimista, durante la conexión o coito químico, el yoguín y la yoguina deben separar (de tan sagrado acto) el azufre venenoso (el fuego bestial del abominable órgano kundartiguador) y el mercurio seco (los “yoes” o defectos psicológicos).

Esto es lo que se llama: refinar el sacramento del amor, separando “el humo de las llamas", lo sutil de lo espeso.

SOLUCIÓN: El mercurio ya ha abandonado el color negro y se ha convertido en una solución "favorable", lista para recibir el fuego sagrado (aquí las aguas son amarillas, simbolizadas por el águila amarilla).

CALCINACIÓN: El mercurio recibe el fuego sagrado y se convierte en mercurio azufrado, o azufre mercurial.

SUBLIMACIÓN: De aquí en adelante hay que redoblar la vigilancia, cuidando la práctica, a fin de que no aparezca de nuevo la negrura, es decir, se debe refinar mucho el acto amoroso, con el propósito de sublimar esta naturaleza.

CIBACIÓN: El término cibación, en rigurosa ciencia alquimista significa que el mercurio azufrado o azufre mercurial, empieza a crear los cuerpos existenciales superiores del Ser y a darles consistencia.

COAGULACIÓN: En esta etapa, el mercurio azufrado coagula en nuestra anatomía oculta, bajo la forma de cuerpos existenciales; primero el astral, luego el mental y más tarde el causal.

FERMENTACIÓN: En esta etapa hay que esperar a que fermente el compuesto y para que fermente es necesario morir en si mismos, pues de lo contrario no es posible quitarle a los cuerpos el oxido mercurial (los “yoes”). En lenguaje alquimista, a este proceso se le denomina "fermentación de la levadura".

EXALTACIÓN: Entre el augusto silencio de los sabios, el prodigio se consuma poco a poco y el trabajo recibe su exaltacion, al ser calificado. Entonces los cuerpos existenciales se convierten en oro puro.

MULTIPLICACIÓN: Estadio del trabajo alquimista en el que se adquieren las virtudes de la piedra filosofal, el mercurio azufrado actúa en el trabajador de la gran obra revelándole cosas inefables, permitiéndole recapitular procesos de liberación. En otras palabras, se activan los poderes de la piedra filosofal.

PROYECCIÓN: El mercurio azufrado puede proyectar su fuerza, es decir, manifiesta su poder en cualquier dimensión. Los antiguos alquimistas proyectaban oro a través de las yemas de sus dedos, y esos átomos quedaban vertidos en agua, entonces con un gotero, se dejaban caer gotas de ese compuesto sobre plomo derretido, quedando éste convertido en oro físico.

Tomado del libro “EL HOMBRE ABSOLUTO”. Cap. 18
Por: Oscar Uzcátequi



EL ACTO SEXUAL ES SAGRADO

EL ACTO SEXUAL ES SAGRADO

Durante la cópula química o metafísica las fuerzas más sutiles de la naturaleza, envuelven a la pareja.

Esas fuerzas magníficas que originaron la creación, obviamente no podría estar ausente durante la cópula.

Gracias a esas fuerzas tremendas de la naturaleza y del cosmos, pueden los seres humanos crear y volver nuevamente a crear.

Si el sexo tiene poder para poner sobre el tapete de la existencia una nueva criatura, es cierto también y de toda verdad que mediante la fuerza sexual podemos transformarnos radicalmente.

En estos momentos de crisis mundial y de bancarrota de todos los principios se habla mucho sobre “transformación”.

Existen muchas teorías por aquí, por allá y acullá, más en verdad, la transformación solamente es posible sabiendo amar; y mediante el poder energético sexual, podremos convertirnos en criaturas diferentes.

La energía creadora bulle y palpita en todo lo que es, en todo lo que ha sido y en todo lo que será.

La energía creadora se manifiesta a través de los órganos sexuales de las plantas, de las flores, de los animales y del hombre.

La energía creadora hace que el mundo sea siempre fértil.

Gracias a la poderosa energía del sexo, existimos; gracias a la poderosa energía del sexo nos encontramos todos aquí presentes.

Si no fuera por el acto sexual de aquellos que nos dieron la vida, no estaríamos nosotros aquí y ahora.

Gracias a una cópula química, hoy pueden todos los aquí presentes, escuchar esta conferencia.

Así que el acto sexual es sagrado en un ciento por ciento.

samael aun weor




DESPERTAR DEL FUEGO

DESPERTAR DEL FUEGO
Por: samael aun weor

Solo por medio de los encantos del amor despierta la Divina Serpiente Kundalini para iniciar su ascenso a lo largo del canal medular espinal y llevarnos realmente a la autorrealización íntima del Ser.

Despertar la Kundalini no es un peligro, porque todo el que está trabajando en ello, es asistido por los Maestros de la Fraternidad Universal Blanca...
                                        
Quiero que vosotros seáis prácticos, que os transforméis realmente mediante el amor.

Solo amando podemos lograr la transformación íntima del Ser; solo amando podemos lograr autorrealizarnos a fondo; solo aprendiendo a manejar esa energía creadora del tercer logos, es como podemos llegar a la liberación final.

Eso de que “hay peligro en el despertar del Kundalini”, eso de que “puede irse por otros caminos”, etc..., es falso, porque aquéllos que despiertan el fuego están siempre asistidos.

Quien suponen que el fuego sagrado puede despertar instantáneamente, llegando a la cabeza de ipso facto, inmediatamente, mienten, porque realmente el fuego sagrado va subiendo poco a poco por la espina dorsal, de acuerdo con los méritos del corazón.

Recordad que cada una de las 33 vértebras de la espina dorsal implica determinadas virtudes.

Nadie podría conseguir el ascenso del fuego, por ejemplo en la vértebra 12, sino tiene las condiciones morales de tal vértebra; nadie podría llevar el fuego sagrado a la vértebra 20, sino llena todas las condiciones y requisitos de tal vértebra.

Así pues, para que el fuego sagrado suba a tal o cual vértebra, es necesario que poseamos las virtudes correspondientes a la misma.

Por ello es que a través de las 33 vértebras tenemos nosotros que sufrir muchísimo y pasar por innumerables pruebas.

Éste es el magisterio del fuego mis caros hermanos.

Solo así, es como podréis vosotros convertiros en Dioses Omnipotentes, con poderes sobre el fuego, sobre el aire, sobre las aguas y sobre la tierra.

Esto no es cuestión de teorías, mis caros hermanos; esto es cuestión de hechos concretos y definitivos.

Ha llegado la hora en que vosotros os libertéis del vano intelectualismo; ha llegado el instante en que vosotros en que vosotros comprendáis los misterios del sexo; ha llegado el minuto en que vosotros definitivamente bajéis a la novena esfera para trabajar intensamente en la fragua encendida de vulcano.

Es urgente mis caros hermanos que os desprendáis de muchos perjuicios que impiden el avance; es necesario que vosotros, mis caros hermanos, dejéis a un lado a los “mete-miedos”:

Gentes ignorantes que os dicen que “despertar el Kundalini es peligroso”, gentes ignorantes que os dicen que “la Magia Sexual es dañina”, etc...

Todo eso es falso, mis caros hermanos, porque los adeptos de la Fraternidad Universal Blanca, con la cual todos nosotros los Iniciados estamos en contacto, se han autorrealizado por medio de la magia sexual.

En el Movimiento Gnóstico hay millones de hermanos que trabajan con el Sahaja Maithuna y ninguno se ha vuelto loco, ninguno está enfermo, todos gozan de perfecta salud.

 Si alguno os dijere que “la Magia Sexual es dañina”, decidle que miente, porque en el Movimiento Gnóstico hay millones de hermanos que   conocen a fondo los misterios del sexo; hay millones de hermanos que practican la magia sexual y ninguno de ellos está loco.

samael aun weor



QUÉ ES EL AZOGUE EN BRUTO

¿QUÉ ES EL AZOGUE EN BRUTO?

En alquimia, el esperma es el azogue en bruto.

Se dice que con ese esperma transmutado se elabora el mercurio (que es el alma metálica del esperma).


samael aun weor

EL AZOE

EL AZOE

Por: samael aun weor

¿Qué es el azoe de la alquimia?

El azoe de la alquimia es el fuego sagrado del kundalini.

Ese azoe solo se consigue trabajando intensamente con el mercurio de la filosofía secreta.

Es imposible ser alquimista si no se trabaja con la piedra filosofal.

Esa piedra bendita tiene cuatro nombres.

AZOE, INRI, ADÁN, EVA.

Esa materia venerable semi-sólida, semi-líquida, es nuestro semen Cristónico.

El atanor de la alquimia es el magnífico instrumento que poseemos para trabajar con el azoe.

Hay que transmutar el plomo en oro.

Hay que transmutar el plomo de nuestra personalidad, en el oro puro del espíritu.

Hay que engendrar el Rey Sol Coronado con la Diadema Roja.

Ese Rey Sol se engendra dentro de nosotros mismos, practicando Magia-Sexual intensamente con la mujer.

La mujer nos convierte en Dioses inefables.

La mujer es el atanor de la alquimia.

samael aun weor